Las 10 más populares del día

31 oct 2011

El llanto flamenco de una sirena


"Para ser original hay que volver al origen."


Diana Navarro




No tiene precedentes. Tampoco tendrá continuidad. Ella concentra a todas las Diosas de nuestro Olimpo y paralelamente, constituye una nueva. Esta mujer, a quien intuyo la más larga de nuestra vanguardia popular, nació del genoma que podrían formar la copla, la saeta y el flamenco.

Algo heredaría de todos los cantaores de mediados del XX que constituyeron aquella ramificación que la memoria dictaminó como Flamenco sinfónico y que la crítica musical de la época lapidó sin piedad. Chacón, Marchena, Valderrama, Caracol, Pinto, Molina, Farina, de los Peines, de la Puebla... , unos sonidos blancos que en oposición a los negros lorquianos, fueron interesadamente apartados por el régimen franquista para ofrecer otra imagen de España, equivocadamente más propia.

El flamenco surgió del conflicto que supuso el coche frontal de la cultura Occidental con la Islámica en la Península Ibérica.

En cualquiera de los casos, esta mujer, que tiene en la garganta las Sinfónicas de Bratislava, la de Praga y la de Londres en un diálogo de amor y odio constante, avanza de espaldas. Camina hacia atrás, con tiento. La cantaora concibe su máquina de ejecución (su garganta) preparada para afrontar el reto que supone este género y decide, sin complejos hacia el mundo y sin compasión hacia ella misma, adentrarse en su cosmos por una necesidad vital de volver al origen para ser original, de mojar sus cuerdas en el oro de lo que Manuel Machado denominaría lo jondo.

Las estructuras comienzan a desplegarse. Antonio Campos a su derecha al cante, al toque Juan Antonio Suárez "Cano" a su izquierda. De testigo, la cúpula protectora y validadora del Teatro Quintero de Sevilla. Pronto la Diosa desdobla su cante y uno empieza a intuir lo grande que es la estrella que la alumbra.

La cantaora no teme. Su cerebro domina y cede al riesgo. Va tocando puertas en un homenaje complejo a los entes blancos de la mitología de este género. Y entonces comienza con unos cantes americanizados, de ida y vuelta, una guajira tibia y dulce titulada En la cabaña que habito. No le importa lanzarse después por cantiñas: “Deja que te mire / mocito el clavel, / deja que te mire / que la carita y el pié”).

Detrás de unas gafas oscuras unas tinieblas. "Por el aroma conozco / la existencia de las flores, / y desde el fondo del alma / veo del mundo los colores". Diana Navarro nos recuerda en una milonga hiriente la penumbra en la que debió vivir La Niña de la Puebla a consecuencia de su ceguera, para lanzarse después a abrazar el recuerdo de Enrique Morente haciendo la caña, recuperada por el Todopoderoso casi al filo de su extinción y arrancando de la memoria cantes empolvados de Valderrama y de Marchena: "Ni contigo ni sin ti / mi mal no tiene remedio, / contigo porque me mata / y sin ti porque me muero".

De unos cantes abandolaos, paseados por jabegotes y verdiales ("Viva Málaga que tiene / Caleta y el Limonar. / Viva Málaga que tiene / un parque lleno de flores / a la orillita del mar / donde nacen los amores"), a unos tangos denominados del Antoñí. En esta ocasión es Antonio Campos quien retrata unos tientos de La Perla de Cádiz para regresar de nuevo al recuerdo de Morente, pasado por Lagartija Nick y Omega, hasta llegar a Leonard Cohen: "Quién te escribirá canciones de amor / cuando yo sea señor y al final / tu cuerpo una capilla blanca de un camino / donde mis sacerdotes por ti rezarán".

Cuando de la mano de Campos y Cano embiste con la bulería, lo que uno creían insuperable, es superado. Empieza con aquello de Matilde la Chula de La Niña de los Peines: "Yo soy Matilde la Chula / yo soy la reina del jaleo / y los rayos de la luna / envidian a mi salero." Campos contraataca con un estribillo del Maestro Solano: "Por la calle abajito va quien yo quiero / no le veo la cara con el sombrero", a lo que Navarro responde con una desconocida versión de La Tarara: "¿Donde vas Tarara con esos andares, / que tienes la culpa de todos mis males?". Pero en el punto concreto en el que Diana Navarro decide concluir el palo con La Loba, el tiempo empieza a espesarse. La protagonista de la copla ya no esconde su pena tras la cortina del vino. Ni es de plata su pelo. Ni hay hijo avergonzado. Y de nuevo la mímesis. La mitopoética sustancial de esta Andalucía en la que los prestamos entre copla y flamenco son siempre fructíferos. La cantaora encarna la ausencia. Diría, si fuera cristiano, aquello de que el verbo se hace carne. "La Loba, ese es mi nombre. / No callarse, qué más da. / Pero a ver si tú eres hombre / pa' podérmelo quitar."

Ya ven, una excelencia tras otra. Y para cortejarnos de nuevo, unos fandangos de nácar: "Hiciste sangre en mis labios, / me diste un beso en la boca. / Sangre hiciste en mis labios, / y como no me querías, / me diste el desengaño / de olvidarme al otro día".

Pero la Sirena de Málaga se reinventa y revisa también la media granaína que la encumbró a la gloria. No sabría reconocer en qué punto uno empieza a confundir su voz con un sitar hindú o los violines del Adagio in G Minor de Albinoni. "Sola, / sola con mi pena, / sola, triste y sola, / sola en mi amargura / con mi pena sola".

Sin miedo se decide por el Padre nuestro por campanilleros y es entonces cuando resulta fácil comprender que lo popular y lo exquisito son nociones indisolubles. Recuerdas seguidamente que el éxito de lo popular se encuentra en una sencillez a la que Navarro suma las formas de las doctrinas orientales. Y con mimo, frágilmente, va contruyendo su oración flamenca: “Padre nuestro que estás en el cielo, / oh, santo sea tu nombre, mi Dios celestial”.

Pero el punto culminante llega con la saeta. Cuando Diana Navarro hace el cante más doliente de la Semana Santa, no hay Cristo al que no se le cierren las heridas. Será que esta Sirena de Málaga tiene todos los puñales de la Dolorosa clavados en esa garganta. Y la paya se raja. Y es tal la dimensión de su cante, que uno es capaz de tocar el rostro salado de la Amargura. Como cuando la Niña de los Peines, tras beberse el trago de cazalla, hace presente lo divino. Y la rosa blanca de Zamarrilla se vuelve de sangre roja. Y al Maestro Román lo encarna la vida. Y ya no hay bandolero bajo el manto, porque la contempla. Y Diana Navarro sale engrandecida de su cante ritual. Y nosotros nos rendimos ante tal barbaridad. Y uno, cuando la tiene delante, no puede evitar gritar en su silencio eso de... Al cielo con ella.

Queda claro entonces que hay más arquitectura en el flamenco que en Sebastián Bach. No dudo ahora que la humanidad sea -en palabras de Morente- patrimonio del flamenco. Un género que por rico es inconmesurable, absoluto y sagrado.

Es posible que lo de esta esteta en la difícil escala del flamenco, tenga la misma caterogía que El pájaro de Brancusi, un traje de Balenciaga o la novena de Bethoveen. Diana Navarro canta flamenco, y es sencillo comprender al escucharla que el arte sea todo contención, porque cristaliza en su cante algo del origen que no sabemos lo que es, pero que es lo único que importa. Si el folclore es la ciencia de lo popular (Folk/Lore), Diana Navarro es una de las folclóricas más destacables (y deseables) de nuestra vanguardia.

Inevitable recordar aquello de Llabrés que decía: "Flamencos, pregonad con vuestras coplas lo que vale una mujer". Y de Llabrés al goce lacaniano, porque lo de esta bestia de peina y volante no tiene parangón. Les encomiendo a la ciudad de su voz, que es como la Brasilia de Niemeyer. Canta Diana -diría Alberti-, que de cesar tus vidrios, cesaría la sangre del pueblo (caliente y blanca).

30 oct 2011

Un polico de naranja


Intérprete: Carlos Cano
Título: Un polico de naranja
Autor: Carlos Cano
Disco: El color de la vida
Año: 1996



Gitana, cántame por soleares,
déjate de Rock and roll,
mira que ando yo con una pena mu’ grande.

De madrugada, me despertó un mirlo negro,
abriéndome el corazón,
donde me dejó la semilla de los sueños.

Ay trán trán, tari trán trán, tarirori trairo,
trán trairo, tariro trairo...

Yo he visto crecer las flores
en la crin de los caballos,
y mirlos y gorriones
en los ojos de los gatos.

Todo está en los corazones,
solamente hay que buscarlo.

En Plaza Nueva cada tarde te esperaba,
sentao en un escalón,
comiendo al sol un polico de naranja.

Chiquilla, con qué te pintas la boca,
que los besos que me das,
me saben igual que a membrillos y acerolas.

Ay trán trán, tari trán trán, tarirori trairo,
trán trairo, tariro trairo...

Todo está unido entre sí,
como el trigo a la amapola,
como tus ojos a mis ojos,
como tu boca a mi boca.

De una alondra hasta un jazmín
que todo el amor lo borda.

Volando viene, volando vuelva,
y se entretiene contando estrellas.

Web de Carlos Cano
Video de Carlos Cano cantando “Un polico de naranja”


28 oct 2011

La calle del olivar


Intérprete: Sandra Carrasco
Título: La calle del olivar
Autor: Javier Limón
Disco: Mujeres de agua
Año: 2010



La calle del olivar
guarda entre sus rincones
un secreto escondío.

En la esquinita hay un bar,
donde cada madrugá
se escucha un cantecito.

Los gitanicos del barrio,
pasan to’ la noche cantando.

La calle del olivar
guarda entre sus rincones
un secreto escondío.

Miguelito el del Candela,
siempre esperó tras la puerta.
Lágrimas por tangos de Morente,
Paco no se sabe si viene o no viene.

La calle del olivar
guarda entre sus rincones
un secreto escondío.

En las estaciones
me he pasao los días,
esperando cada noche
a que llegue el tranvía.

Y cuando llegue le tranvía,
borracha voy pa’ mi casa,
me dan las claras del día.

En las estaciones
me he pasao los días,
esperando cada noche
a que llegue el tranvía.

Un niño miraba el agüilla quieta,
de pronto le tiraba una blanca piedra
y el agua sonreía,
como sonríe tu boca cuando tú me miras.


Web de Sandra Carrasco
Video de Sandra Carrasco cantando “La calle del olivar”

26 oct 2011

Aurora


Intérprete: Javier Ruibal
Título: Aurora
Autor: Javier Ruibal
Disco: Las damas primero
Año: 2001



Campana de la alegría
por la Plazuela del Gato,
Dios me ampare, yo te vi salir.

Y temblaron las paredes
cuando pregunté… ¿Te vienes?
Tu silencio me dijo que sí.

Ante tanta primavera,
qué cristiano no se entrega.
Y me hice devoto de tu piel.

Y de tu piel un rosario,
trampantojo de los labios,
fuimos de los besos a la miel.

Ay, ay… Aurora,
no terminaba de amanecer.
Cuéntame el secreto que hay en tu cama.

Ay, ay... Aurora,
el tiempo nunca pasó por ti.
Yo sigo ardiendo en la misma llama.

Fueron de lunes a jueves
un derroche de claveles,
una sobredosis de pasión.

Un infierno de relojes
acechaba las ventanas,
sólo quiero oír tu corazón.

Y hasta el Carmen de los Fuentes
me trepé el último día,
a robar magnolias y azahar.

Suspirabas por el puente,
cómo duele de repente
todo lo que tiene que acabar.

Ay, ay… Aurora,
dime qué más se puede pedir,
si la vida ya me la regalabas.

Ay, ay... Aurora,
el tiempo nunca pasó por ti.
Yo sigo ardiendo en la misma llama.

Campana de la tristeza
por la Plazuela del Gato,
Dios me ampare, fue la soledad.

Aquel viernes de ceniza,
que lloraste una sonrisa
y llovió toda una eternidad.

Ay, ay… Aurora,
dime qué más se puede pedir,
si la vida ya me la regalabas.

Ay, ay... Aurora,
el tiempo nunca pasó por ti.
Yo sigo ardiendo en la misma llama.


Web de Javier Ruibal
Video de Javier Ruibal cantando “Aurora”

23 oct 2011

Cinco farolas


Intérprete: Concha Márquez Piquer
Título: Cinco farolas
Autores: José Antonio Ochaíta / Xandro Valerio / Juan Solano
Disco: Concha Márquez Piquer canta a Concha Piquer
Año: 1992



Yo no escucho lo que dicen
las lenguas de vecindonas,
porque de sobra yo sé
por quien está su persona.

Cinco luceros azules
alumbran cinco farolas,
desde su casa a mi casa,
desde su boca a mi boca.

Cinco añitos que le quiero,
cinco añitos que me adora.
La mala gente... ¡Qué sabe!
¿Qué sabe de nuestras cosas?

Si yo sé que me quiere como le quiero,
pa’ qué darle tres cuartos al pregonero.
Desde su puerta misma, hasta mi puerta,
la vereíta verde, no cría hierba… ¡No cría hierba!

Yo no quiero ni saberlo.
Vecina, cierre la boca,
y no me venga a decir
que él va a casarse con otra.

Los cinco añitos cabales
queriéndole hora tras hora,
son un cordel en mi cuello
que la garganta me ahoga.

Con carbones encendidos
que le quemen esa boca,
al que juró tantas veces
que estaba por mi persona.

Se apagaron las cinco, cinco farolas,
pa’ que nadie me vea llorando a solas.
Ay, qué penita madre… ¡Madre, qué pena!
La vereíta verde cuajá de hierba… ¡Cuajá de hierba!

Ay, qué penita madre… ¡Madre, qué pena!
La vereíta verde cuajá de hierba… ¡Cuajá de hierba!

Web de Concha Márquez Piquer
Video de Concha Márquez Piquer cantando “Cinco farolas”

21 oct 2011

Romance pascual de los pelegrinitos


Intérprete: Carmen Linares
Título: Romance pascual de los pelegrinitos
Autor: Popular / Federico García Lorca
Disco: Canciones populares antiguas
Año: 1994



Hacia Roma caminan dos peregrinos
a que los case el Papa, mamita,
porque son primos, niña bonita.

Sombrerito de hule lleva el mozuelo,
y la peregrinita, mamita,
de terciopelo, niña bonita.

Les ha preguntado el Papa cómo se llaman.
Él le dice que Pedro, mamita,
y ella que Ana, niña bonita.

Les ha preguntado el Papa que qué edad tienen.
Ella dice que quince, mamita,
y él diecisiete, niña bonita.

Les ha preguntado el Papa que si han pecado.
Él le dice que un beso, mamita,
que le había dado, niña bonita.

Y a la peregrinita, que es vergonzosa,
se le ha puesto la cara, mamita,
como una rosa, niña bonita.

Le ha respondido el Papa desde su cuarto:
¡Quién fuera peregrino, mamita,
para otro tanto, niña bonita!

Las campanas de Roma ya repicaron,
porque los peregrinos, mamita,
ya se han casado, niña bonita.


Web de Carmen Linares
Video de Carmen Linares cantando “Romance pascual de los pelegrinitos”

18 oct 2011

Guitarra mía


Intérprete: Valderrama
Título: Guitarra mía
Autor: Juan Bautista
Disco: Moderna tradición
Año: 2009



Guitarra,
compuesta de madera y de metal,
con alma,
que expresa lo que siento sin hablar.

Guitarra,
yo te siento muy adentro
cuando estás entre mis brazos,
al acariciar tu cuerpo.

Guitarra mía, mi compañera,
te quiero antes de que naciera.

Guitarra mía, cuando me muera,
quiero tenerte a mi cabecera.

Guitarra,
tus notas son jilgueros al sonar,
que al viento,
se echan con sus trinos a volar.

Guitarra,
en mis noches de vacío,
yo jamás me siento solo
si te tengo aquí conmigo.

Guitarra mía, mi compañera,
te quiero antes de que naciera.

Guitarra mía, cuando me muera,
quiero tenerte a mi cabecera.

Web de Valderrama

15 oct 2011

Rosa y clavel


Intérprete: Pastora Soler
Título: Rosa y clavel
Autores: Antonio Quintero / Rafael de León / Manuel López-Quiroga
Disco: Nuestras coplas
Año: 1994



En el rosal de mi huerto
con letras de oro voy a poner,
de noche pena y suspiro,
por la mañana, rosa y clavel.

Que vengan a mis umbrales
tos los planetas en formación,
y que vayan tocando las palmas,
que está de fiesta mi corazón.

Ay, póngame usted
cuatro peinecillos.
Perlas de dublé
y un par de zarcillos.

Zapatitos de grana yo quiero,
mantón de manila,
que al más fino de tos los luceros,
lo sacan de pila.

Ponerle faldón de raso,
pañales de encaje fino.
Yo corro con siete lazos
que digan: ¡Viva el padrino!

Que vengan los andaluces…
¡Campanas repicar!
Mi gloria cómo reluce
con su ropita de cristiana.


A las salinas de Cádiz,
vino la guardia municipal.
Ponen un bando diciendo:
¡Pa’ un huevo frito, no queda sal!

Se pagan diez mil reales
al que averigüe quién fue el ladrón.
Como ya han bautizado a mi niño
que metan preso mi corazón.

Ay, póngame usted
cuatro peinecillos.
Perlas de dublé
y un par de zarcillos.

Zapatitos de grana yo quiero,
mantón de manila,
que al más fino de tos los luceros,
lo sacan de pila.

Ponerle faldón de raso,
pañales de encaje fino.
Yo corro con siete lazos
que digan: ¡Viva el padrino!

Que vengan los andaluces…
¡Campanas repicar!
Mi gloria cómo reluce
con su ropita de cristiana.

Web de Pastora Soler
Video de Pastora Soler cantando “Rosa y clavel”


11 oct 2011

Juncia y romero


Intérprete: Isabel Pantoja
Título: Juncia y romero
Autores: Rafael de León / Juan Solano
Disco: Amante… amante
Año: 1981



Caminito de Almonte voy adelante,
mirando el arco iris de mis volantes.
Y mientras galopamos con alegría,
voy cantando bajito mi letanía.

Virgen del Rocío, faro, norte y guía.
Virgen del Rocío, sol de Andalucía.
Virgen del Rocío, de Almonte Señora.
Virgen del Rocío, divina Pastora.

Collar de luceros, ramitos de aromas.
Para tus romeros, la Blanca Paloma.
A tus pies me postro y en ti yo confío.
Venero tu rostro, Virgen del Rocío.

Virgen del Rocío, arca de alianza.
Virgen del Rocío, nardo de esperanza.

Huele a juncia y romero y a mejorana.
Rayando el horizonte va la mañana.
Y mientras las carretas ruedan dormidas,
yo termino a caballo mi letanía.

Virgen del Rocío, faro, norte y guía.
Virgen del Rocío, sol de Andalucía.
Virgen del Rocío, de Almonte Señora.
Virgen del Rocío, divina Pastora.

Collar de luceros, ramitos de aromas.
Para tus romeros, la Blanca Paloma.
A tus pies me postro y en ti yo confío.
Venero tu rostro, Virgen del Rocío.

Virgen del Rocío, arca de alianza.
Virgen del Rocío, nardo de esperanza.

Virgen del Rocío, arca de alianza.
Virgen del Rocío, nardo de esperanza.

Ay mi Blanca, mi Blanca Paloma…
Ay Virgen morena de mi devoción…
Virgen del Rocío de mi corazón.


Web de Isabel Pantoja

9 oct 2011

A Farina


Intérprete: Londro
Título: A Farina
(Basada en: Vino amargo)
Autores: Juan Solano / Basilio García Cabello / Ricardo Freire
Disco: Luna de enero
Año: 2010



Vino amargo es el que bebo
por culpa de una mujer,
porque dentro de mí llevo
la amargura de un querer.

Vino amargo, que no da alegría,
aunque me emborrache
no la puedo olvidar.
¿Por qué la recuerdo?
Dame vino amargo…

Vino amargo, que no da alegría,
aunque me emborrache
no la puedo olvidar.
¿Por qué la recuerdo?
Dame vino amargo…

Quiere reír la guitarra,
y a mí, a llanto me suena.
Cada nota me desgarra
el alma, con una pena.

Vino amargo, que no da alegría,
aunque me emborrache
no la puedo olvidar.
¿Por qué la recuerdo?
Dame vino amargo…

Vino amargo, que no da alegría,
aunque me emborrache
no la puedo olvidar.
¿Por qué la recuerdo?
Dame vino amargo…

Que amargue. ¡Que amargue!
Pa’ quererla más...


Web de Londro
Video de Londro cantando “A Farina”


6 oct 2011

Lola la piconera


Intérprete: Rocío Jurado
Título: Lola la piconera
Autores: Antonio Quintero / Rafael de León / Manuel López-Quiroga
Disco: Y sin embargo te quiero
Año: 1983



Los militares y los paisanos
llevan mi nombre como bandera,
y dicen todos los gaditanos:
¡Lola Lolita, la piconera!

Desde Puerta Tierra
al barrio La Viña,
señores, qué guerra.

Ay Lola Lolita,
qué forma esta niña...
¡Qué forma esta niña!

¿Dónde vas tan bonita,
Lola Lolita, la piconera?
Que a la vez que va andando,
va derramando la primavera.

A cantar en un tablao
las espinas de un querer,
que en la boca le ha dejado
la amargura de la hiel.

Con que viva Andalucía
y la pena que se muera,
lo que vale es la alegría,
y esa copla tan sentía
que canta Lola…
¡Lola Lolita, la piconera!

A los que sufren el mal de amores,
sin ser ni bruja, ni curandera,
los pone buenos de sus dolores,
Lola Lolita, la piconera.

Pues tengo yo un cante
pa’ los amoríos
que curan al amante.

Ay Lola Lolita,
de pena y olvido…
¡De pena y olvido!

¿Dónde vas tan bonita,
Lola Lolita, la piconera?
Que a la vez que va andando,
va derramando la primavera.

A cantar en un tablao
las espinas de un querer,
que en la boca le ha dejado
la amargura de la hiel.

Con que viva Andalucía
y la pena que se muera,
lo que vale es la alegría,
y esa copla tan sentía
que canta Lola…
¡Lola Lolita, la piconera!


Web de Rocío Jurado
Video de Rocío Jurado cantando “Lola la piconera”


1 oct 2011

Sin compasión a la copla


"He cantado sin compasión"


Pasión Vega





Hacía tiempo que no sentía algo similar al escuchar un disco. Qué barbaridad. Ya nos lo advirtió Sabina: "Si la gente la llama Pasión, por algo será...".

Cuando descubres algo de esta magnitud, te sientes en condiciones de afirmar que la copla está más viva que nunca. Y a la porra los puristas. Si lo que hace esta rubia canalla no pertenece al ámbito de lo puro, "que se apaguen los firmamentos", que diría Carlos Cano.

De qué manera tan soberbia se posiciona esta mujer en la copla y con qué sutileza le va dando la mano al bolero, al tango, a la habanera, a la bulería, a la rumba flamenca, a la música árabe, al pop o a los sonidos electrónicos. Con qué sencillez, desprejuiciadamente, y sin alejarse de la esencia. Bañando su copla en el oro de lo sinfónico y en unos arreglos en los que Jacob Sureda ha debido dejarse la integridad de su cerebro.

La cuestión es sencilla. La música de Pasión Vega hace que el mundo gire. O varios mundos, paralelamente. Sobre todo un macro-cosmos, coronado por una peina. Es el reino de la copla.

De los poetas que le escriben, las reseñas son insuficientes. Jesús Bienvenido, magistral siempre, con cinco coplas de oreja y rabo. (El flamenquito que perdió las botas, Historia de un fado, Los últimos, Bolero con ron, Habanera postal). Antonio Romera tampoco da puntá sin hilo. (A la hora de soñar, Esta eternidad sin ti, La niña Candela). O Ricardo Ribera, de toma pan y moja (Eso no es amar, ¿Qué fue de ti?). Al elenco se suman en forma de poema Pedro Guerra (No hay fracaso), Paloma Ramírez (Y nunca te olvido) y Manuel Carrasco (Rincones oscuros).

Las historias cotidianas e intrascendentes se trenzan con los sentimientos más totalitarios. Le brindan su amistad a las formas poéticas populares y a la ironía. Y claro, Andalucía está presente. Mucho de la Pasión inédita. Mucho de otra Pasión nueva.

Su tratamiento de imagen exquisito. Trajes del modisto sevillano Antonio García. La voz de seda -así la bautizó Antonio Banderas-, olvidó intencionadamente los abalorios de la copla para sentirse libre cantándola. Y si Rocío Jurado vestía de Balenciaga o de Dior en los 70 -que ahí era nada-, está muy bien que Pasión Vega vista la copla sobria, elegante, mínimal.

Y qué decir de su voz. Esos graves plomizos que parece que parten los suelos y esa dicción piqueriana, que verdea más flamenca que nunca. El quejío está. Pero mezclado con la soberanía de las voces de las grandes divas. Canela en rama para los altares de esta música.

Sólo les pido que no se la pierdan. Esto es una proeza. Pasión Vega canta, y canta sin compasión. Digamos que la copla tiene una gloria rubia, y en la vega de su pasión, disfrutamos mojándonos de ella.