Las 10 más populares del día

31 oct 2009

Pastora Pavón


Intérprete: Gracia Montes
Título: Pastora Pavón
Autores: José Pérez Moradiellos / Daniel Pineda Novo
Disco: A rienda suelta
Año: 1992


“Les confieso que soy dado a que se me llene el escritorio de aires de los naranjales de las huertas de Lora, de Lora del Río, cuando oigo a Gracia Montes, porque soy partidario de esta gran señora de la canción, toda dignidad, toda dedicación, toda delicadeza.”

Antonio Burgos

María Gracia Cabrera Gómez nació en el sevillano pueblo de Lora del Río, el 1 de marzo de 1936. Primogénita de cuatro hermanos en una familia dedicada a la ganadería y a la agricultura, fue alumna en Sevilla de la insigne Adelita Domingo. Pronto destacó por sus cualidades artísticas en su pueblo natal, llegando a participar en las populares Galas Juveniles celebradas en el sevillano Teatro Cervantes.

Pepe Pinto se interesó por ella para uno de sus espectáculos, algo a lo que su padre se negó en rotundo y a lo que la joven Gracia Montes respondió con una huelga de hambre de varios días. Aquello le valió la cesión de su progenitor. También participó en los de Mercedes Vecino y Los Gaditanos.

“Del corazón a los labios” (1951) y “La copla puso bandera” (1953) fueron los dos primeros espectáculos de Pepe Pinto en los que participó Gracia Montes.

Pronto empezaría a darse a conocer en un concurso radiofónico llamado Cabalgata fin de semana. En él interpretaría composiciones como “¿Será una rosa?” de Francisco del Val y Miguel C. Díaz o “Palito de ron” de José Antonio Ochaíta, Xandro Valerío y Juan Solano, un triunvirato que más adelante escribirían para ella grandes éxitos de la talla de “Coplas del chapinero”, “Sin pensarlo”, “Cariá la sanluqueña”, “La romera”, “Tus brazos me han detenío”, “¡Ese día!”, “Un rosa colorá”, “La niña de Punta Umbría” o “Habla con los ojos”.

“Yo soy una artista a la que el pueblo dijo sí.”

Gracia Montes

Desde el primer momento la loreña supo combinar la canción andaluza con la tonadilla y los cantes flamencos. Descubierta por José Brageli, en 1957 presentó su primer espectáculo, “Rosa de Andalucía”.

A este le siguió “Coplas al viento”, en el que sobresalían “Cariá la sanluqueña” o “Maruja limón”, este último título, una zambra de Quintero, León, Quiroga y Clavero que desechó Juanita Reina y que Gracia Montes convirtió en un clásico dándole aire de rumba. También en esos años conocería a Rafael de León, quien más tarde le compondría junto autores como Clavero, Quiroga, Quintero o Solano títulos como “Moscatel”, “Poema de mi soledad” o “Soy una feria”.

En la cresta del éxito, Gracia Montes decidió retirarse durante ochos años por un amor que finalmente fracasaría. De este periodo confesó su arrepentimiento tras su vuelta a los escenarios en el Teatro San Fernando en 1965, con el espectáculo “La rosa de las marismas”, que para ella compusieron Ochaíta, Valerio y Solano. En aquellos años nacerían coplas como “La lumbre de tu cigarro”, “La niña de Punta Umbría”, “La rosa de las marismas” o “Sevilla lleva el compás”.

Posteriormente La voz de cristal seguriría insistiendo en la copla con piezas creadas por la pareja artística formada por Rafael de León y Juan Solano, pero también por otros autores como Manuel Alejandro, F. Montero, B. Lauren o al final de su carrera Moradiellos, Daniel Pineda Novo o Rafael Rabay.

Hay que detenerse en el vestuario de esta elegante artista, porque la copla le debe a Gracia Montes la cúspide de la elegancia. Ha vestido la copla de modistos de la talla de Manuel Pertegaz o Toni Benítez. Muchos diseñadores actuales la han señalado como una renovadora dentro del género.

“Azul y blanco de Andalucía, sin que falte nunca en lo blanco y azul, ese sollozo, ese quiebro de voz, esa rotura, ese estremecimiento y escalofrío con que el amor denuncia su presencia y da a la copla su temblor mortal.”

José Antonio Ochaíta


Tocó palos como la saeta, los fandangos de Huelva o la canción melódica, pero fue en la copla donde encontró su lugar. Su velocidad y un vibrato inigualable, así como deliciosos matices flamencos, la consagraron como una de las artistas más personales que ha dado la copla.

“La copla es nuestra cultura, nuestro folclore, nuestra historia y nuestras raíces.”

Gracia Montes

Gracia Montes siempre confesó su admiración por La Niña de los Peines. Recuerda escucharla ya retirada en los camerinos de la compañía de su esposo, el también cantaor Pepe Pinto. Allí, La niña de los Peines entonaba sus cantes acompañada a la guitarra por Melchor de Marchena, y aquellos momentos, marcaron decididamente a la joven artista de Lora del Río, reconociéndola en innumerables ocasiones como su ídolo, además de Fernanda y Bernarda de Utrera o La Paquera de Jerez.

Por esta razón, muchos críticos de la época advirtieron que la voz de Gracia Montes provenía del cante de Pastora, así como la dolencia en su pellizco flamenco.

Pastora Pavón debutó en Madrid 1901, en el Café del Brillante, donde conoció al pintor vasco Ignacio Zuloaga, quien la convenció para actuar en Bilbao en el Café de las Columnas. Fue a partir de ese momento cuando comenzó a conocérsela como La Niña de los Peines a raíz de unos tangos flamencos que interpretaba frecuentemente y que sin embargo, jamás registro, a pesar de las insistencias de las casas discográficas. Su letra, aquella que le dio nombre artístico, decía así:

Péinate tú con mis peines,
que mis peines son de azúcar,
quien con mis peines se peina,
hasta los dedos se chupa.

Péinate tú con mis peines,
mis peines son de canela,
la gachí que se peina con mis peines,
canela lleva de veras.


El pasodoble que Gracia Montes le dedicó, compuesto por José Pérez Moradiellos y Daniel Pineda Novo, hace referencia a este hecho en su poesía cuando dice: “Lo decía cantando por la alameda: Péinate con mis peines, son de canela”.

Esta copla nos presenta a La Niña de los Peines como una cantaora inigualable, de raza, de misterio, que ha cantado como nadie lo ha hecho: “Como cantó Pastora nadie ha cantado, / ni el Café del puerto, ni en el colmao. / Raza y misterio, La Niña de los Peines, / duende flamenco”.

El cobre de su copla debió nacer “en la fragua de Triana” y mientras en Sevilla todavía resuena su cante, el poema cita a los cantaores con los que La Niña de los Peines cantó, posiblemente, los más importantes su época: Pepe Marchena, Antonio Chacón, Pepe Pinto y Tomás Pavón (este último su hermano). Así se nos anuncia que su voz está en el cielo “con Marchena y con Chacón, / con Pepe Pinto y Tomás, / mientras resuena en Sevilla / el eco de tu cantar”.

Federico García Lorca la incluyó en su ensayo “Teoría y juego del duende” de 1918. La cazalla que cita la copla deriva de un momento del texto en el que el poeta de Granada se sirve de La Niña de los Peines para hablar del duende.

“Entonces La Nina de los Peines se levantó como una loca, tronchada igual que una llorona medieval, y se bebió de un trago un gran vaso de cazalla como fuego, y se sentó a cantar sin voz, sin aliento, sin matices, con la garganta abrasada, pero... con duende. Había logrado matar todo el andamiaje de la canción para dejar paso a un duende furioso y abrasador, amigo de vientos cargados de arena, que hacía que los oyentes se rasgaran los trajes casi con el mismo ritmo con que se los rompen los negros antillanos del rito, apelotonados ante la imagen de Santa Bárbara.

La Niña de los Peines tuvo que desgarrar su voz porque sabía que la estaba oyendo gente exquisita que no pedía formas, sino tuétano de formas, música pura con el cuerpo sucinto para poder mantenerse en el aire. Se tuvo que empobrecer de facultades y de seguridades; es decir, tuvo que alejar a su musa y quedarse desamparada, que su duede viniera y se dignara a luchar a brazo partido. ¡Y cómo cantó! Su voz ya no jugaba, su voz era un chorro de sangre digna por su dolor y su sinceridad, y se abría como una mano de diez dedos por los pies clavados, pero llenos de borrasca, de un Cristo de Juan de Juni.”

Federico García Lorca

La copla revisa este hecho y recupera los ambientes de los tablaos de principios de siglo XX: “Cazalla y aguardiente, vino y solera. / Pastora está cantando por peteneras. / Aires morenos, fandangos y soleares / con sentimiento”.

Contrajo matrimonio con el también cantaor Pepe Pinto en 1931, por eso “Pepe Pinto la escucha emocionado, / su compás lleva el ritmo en el tablao”.

Gracia Montes quiso homenajear con esta copla a una de las cantaoras más admiradas de todos los tiempos. Del mismo modo, rescató parte de su memoria, cuando cantaba en la compañia de Pepe Pinto y gozaba escuchandola en los camerinos. Tal debía ser la magnitud del cante de esta mujer, que en Sevilla, aún dicen que resuena “el eco de su cantar”.

Como cantó Pastora nadie ha cantado,
ni el Café del puerto, ni en el colmao.

Raza y misterio, La Niña de los Peines,
duende flamenco.

Lo decía cantando por la alameda:
“Péinate con mis peines, son de canela”.

Pastora Pavón, Niña de los Peines.
En la fragua de Triana nació el cobre de tu copla.

Tu copla…
Tu copla que está en el cielo,
con Marchena y con Chacón,
con Pepe Pinto y Tomás,
mientras resuena en Sevilla
el eco de tu cantar.

Cazalla y aguardiente, vino y solera.
Pastora está cantando por peteneras.

Aires morenos, fandangos y soleares
con sentimiento.

Pepe Pinto la escucha emocionado,
su compás lleva el ritmo en el tablao.

Pastora Pavón, Niña de los Peines.
En la fragua de Triana nació el cobre de tu copla.

Tu copla…
Tu copla que está en el cielo,
con Marchena y con Chacón,
con Pepe Pinto y Tomás,
mientras resuena en Sevilla
el eco de tu cantar.

Tu copla…
Tu copla que está en el cielo,
con Marchena y con Chacón,
con Pepe Pinto y Tomás,
mientras resuena en Sevilla
el eco de tu cantar.

El eco, el eco…
¡El eco de tu cantar!

Web de Gracia Montes
Video de Gracia Montes cantando “Pastora Pavón”

25 oct 2009

El uvero


Intérprete: Miguel Poveda
Título: El uvero
Autor: Popular / Adapt. Miguel Poveda
Disco: Zaguán
Año: 2001

Zaguán es el flamenco más duro, innovador y potente de un cantaor en plena forma”. Así comienza el prólogo de presentación de “Zaguán” (2001), el tercer disco de estudio de Miguel Poveda. Junto a la guitarra de Juan Gómez Chicuelo, el cantaor catalán pasea por muchos de los palos clásicos del flamenco más puro para darle un giro más a cada interpretación, a cada conocimiento sabido, conjugando innovación y clasicismo en cada una de las piezas. Tangos, fandangos, bulerías, bulerías de Jerez, tarantos, cantiñas, soleás o livianas caminan de la voz del cantaor badalonés, revolucionario, admirado por puristas e innovadores en cualquiera de sus registros.

“El uvero” es un pregón. Es muy poca la importancia que se le da al pregón como estilo o palo del flamenco. Sabido es que el vendedor ambulante gitano creaba sus propias estrategias para vender sus mercancías. Una de ellas fue el aflamencamiento de estos pregones que más tarde harían su aportación a la formación de los estilos del cante. El mirabrás y los caracoles, también surgieron de algunos de estos pregones.

Fue el gaditano del barrio La Viña, Francisco Gabriel Díaz Fernández (1897-1947), de apodo
Macandé (palabra que usaban los gitanos extremeños como sinónimo de loco o chalado) quien creó un pregón que hizo furor en la Cádiz de su época.

Han dejado registrados pregones artistas como Manuel Vallejo ("Llegó el frutero" y "El manisero"), el Niño de las Moras ("Pregón de Zapico"), Pepe Pinto ("El florero montañés"), El Lebrijano y María La Perrata ("El Tío de la Alhucema", pregón por bulerías), José Menese ("Pregón y saeta") o Marina Heredia ("De antaño" donde mezcla trilleras con pregones). Manolo Caracol también hizo su aportación grabando a duo con su hijo Enrique “Pregones sevillanos”, también conocidos como “Pregones de la uva”.

El pregón que en esta mañana de domingo se erige en nuestro escenario relata las súplicas de un uvero que con escuetos versos, pregonados, pide a la Virgen de la Esperanza que repare en su trabajo, el fruto de su viña, el vino. Miguel Poveda grabó esta pieza con ciertas reminiscencias a “Pregones de la uva” y sostiene el pregón sobre un órgano que lo envuelve en una profunda religiosidad.

Uvitas negras de los Palacios
comen las niñas, dulce y despacio.
Vuelve la cara, repara y mira,
que es más buena
mi carga que las de su viña:
el uvero endeble.

La Virgen de la Esperanza
ha regaíto mi viña.
Mi esperancilla sal a la puerta
y cómprame el vino que es muy bueno;
el uvero…

Web de Miguel Poveda

11 oct 2009

Capote de grana y oro


Intérprete: Pastora Soler
Título: Capote de grana y oro
Autores: Antonio Quintero / Rafael de León / Manuel López-Quiroga
Disco: Nuestras coplas
Año: 1994



Se calculan como unas 6.000 las veces que Juana Reina cantó esta copla, siempre de negro, con el pelo recogido y sin peina.

La muerte de Manolete cogió a la artista sevillana en Burgos. El cariño mutuo que se profesaban la tonadillera y el torero se evidenciaba en los toros que el maestro de Linares brindaba a la cantante del barrio de la Macarena.

La tarde del 29 de agosto de 1947, la cornada de un toro de nombre Islero terminó con la vida del matador, convirtiéndolo en un mito de la España de la posguerra a la temprana edad de 30 años.

Tal era la admiración mutua, que Juana Reina tras el fatal desenlace, pidió a Rafael de León que compusiera para ella un pasodoble en su memoria. La pieza realizada por el trío Quintero, León y Quiroga fue estrenada en Córdoba y aclamada por el público.

Como anécdota podemos añadir que en uno de los homenajes que Juanita Reina recibió a lo largo de su vida, pidió expresamente que todas las flores que sus admiradores le lanzaron fueran enviadas al Mausoleo de Manolete, obra del escultor Amadeo Ruíz Olmos, erigido en el Cementerio de Nuestra Señora de la Salud.

Juanita Reina estrenó este pasodoble en el espectáculo “La niña valiente” (1951). También existe otra versión de Juanita Reina editada en un disco de 1961, donde rehace cuatro piezas propias, entre ellas “Capote de grana y oro” o la emblemática “Callejuela sin salía”. También hay que recordar la versión de "Capote de grana y oro" que hizo en el espectáculo "Azabache" de la Expo de Sevilla en 1992.

Creo de interés traer a escena un video que trata la muerte de Manolete y en el que Juana Reina narra el nacimiento de "Capote de grana y oro". [Ir a video]

Versiones de esta copla las ha realizado Isabel Pantoja en su doble disco “La canción española” (1990), donde interpreta esta pieza con The Royal Philharmonic Orchestra dirigida por Luís Cobos y en el CD+DVD en directo “Sinfonía de la copla” (2005), acompañada por la Orquesta Filarmónica Nacional de Moldavia. La preciosa versión instrumental de Felipe Campuzano también es digna de mención, junto a la reseñable que Pastora Soler grabó en el disco “Nuestras coplas” (1994).

Esta última es la que hoy suena sobre nuestras tablas. Cuenta Pastora Soler que “Capote de grana y oro” es una de las primeras coplas que cantaba de niña. Juana Reina fue su madrina artística; ambas se tenían gran admiración. Pastora recuerda emocionada cuando cantaba saetas junto a Juanita Reina, cada Madrugá del Jueves Santo, en el mismo balcón donde esta lo hacía a la Virgen de la Macarena; una tradición que mantiene vigente.

En 1994 editó su primer trabajo discográfico con arreglos y dirección de orquesta de Gregorio García Segura, un disco en el que versiona clásicos como “Una cantaora” o “Triniá” y otros menos conocidos como “Rosa y clavel” o “Manolita la primera”.

Como novedad añadiré que Pastora Soler editará en 2010 un DVD en directo grabado en el Teatro Lope de Vega de Sevilla, titulado "15 años", en el que hará un repaso a toda su carrera y en el que la sevillana homenajea a su madrina artística interpretando coplas como “Callejuela sin salía”, “Y sin embargo te quiero” o “En el último minuto”. Además el DVD incluirá “Sólo vivo pa quererte” a duo con Miguel Poveda.

Que le pongan un crespón a la Mezquita,
a la torre y sus campanas,
a la reja y a la cruz.

Y que vistan negro luto las mocitas
por la muerte de un torero
caballero y andaluz.

De negro todos los cantes
y las mujeres flamencas
con negras batas de cola.

De luto los maestrantes
y la moña deslumbrante
de la guitarra española.

Capote de grana y oro,
alegre como una rosa,
que te abrías ante en toro
igual que una mariposa.

Capote de valentía
de su vergüenza torera,
que a su cuerpo se ceñía
lo mismo que una bandera.

Como reliquia y tesoro
te llevo en el alma mía,
capote de grana y oro.

Que le pongan lazo negro a la Giralda,
a la Torre de la Vela
y la Alhambra de Graná.

Y también a la bandera roja y gualda,
y un silencio en los clarines
de la fiesta nacional.

Que lloren los bandoleros
en los picachos más altos
de la sierra cordobesa.

Que llore Madrid entero,
las majas y los chisperos,
los reyes y las princesas.

Capote de grana y oro,
alegre como una rosa,
que te abrías ante en toro
igual que una mariposa.

Capote de valentía
de su vergüenza torera,
que a su cuerpo se ceñía
lo mismo que una bandera.

Como reliquia y tesoro
te llevo en el alma mía,
capote de grana y oro.

Web de Pastora Soler

8 oct 2009

Muero por la copla


Intérprete: Marifé de Triana
Título: Muero por la copla
Autor: Rafael Rabay
Disco: Porqué…
Año: 2001

María Felisa Martínez López. Burguillos (Sevilla). 13 de septiembre de 1936. Andalucía ve nacer a una de sus artistas más relevantes de copla: Marifé de Triana. Más de 90 Lp’s y CD’s editados con éxitos irrefutables avalan una carrera apoteósica. Para ella compusieron León, Quintero, Quiroga, Valverde, Ochaita, Kola, Moles, Naranjo, Segovia, Murillo, Jaén, Gordillo, Llabres, Sarmiento, Solano, Román, Martínez, Rabay o Bazán. La preceden títulos como “La loba”, “Torre de arena”, “Te he de querer mientras viva”, “Quién dijo pena”, “Romance de Zamarrilla”, “Mis tres puñales”, “Échale la red”, “Señora vecina”, “La sombra vendo”, “Vendedora de coplas” o “Encrucijada”. Será probablemente "María de la O" (1961) su canción más popular, escrita para la genial
Estrellita Castro antes de la Guerra Civil Española y que forma parte del denominado “Trío de las tres Marías” compuesto por “María Magdalena”, “María de la O” y “Ay Maricruz”: tres piezas que Rafael de León escribió (segunda, tercera y cuarta respectivamente) tras su primer éxito con música de Quiroga: “Rocío”. De ella dirá Marifé de Triana: "Si me dieran un ultimátum y tuviera que quedarme con una canción, me quedaría con María de la O".

David Cubedo le puso de nombre artístico "Marifé de Triana" en su primera actuación en
Radio Televisión Española. Su nombre deriva del popular barrio sevillano de Triana, al que con pocos años de edad se trasladó a vivir. Sacó el carnet de artista a los 13 (cuando el mínimo de edad permitido era de 16). Ese mismo día fue contratada para un espectáculo en el Cine Pizarro de Madrid. Así comenzó la apoteósica carrera al estrellato de la artista de Burguillos. Su efusiva interpretación y la variante dramática que capitaneó la hicieron merecedora del más que honorable título de “actriz de la copla”.

Se sucedieron en su carrera espectáculos como "Torre de arena", "La Emperaora", "La sombra", "Carrusel de España", "Coplas al viento", "La maestra Giraldilla", "Torre de coplas", "La niña de Agualucero", "Embajadora de España", "La cantaora", "El café del Taranto", "María Maletilla" o "Cabalgata".

La artista sevillana ha aportado al género un total de 540 coplas. Revolucionaria y creadora, destacada y admirada por sus facultades interpretativas, Marifé de Triana consiguió llevar a la cúspide el género folclórico andaluz en la década de los 60. Ha servido de referente a generaciones posteriores y sigue siendo el espejo donde se miran las promesas.

En nuestro escenario suena hoy una pieza de Rabael Rabay. Tras la muerte de Rafael de León (1982), Rabay se hizo con la hegemonía literaria de Marifé. “Muero por la copla” es un pasodoble del último disco editado de la artista: “Porqué…” (2001). Se asemeja a ciertas piezas publicadas en las últimas décadas como “La copla en mi voz” (Patricia Vela), “La copla sigue adelante” (Gracia Montes) o “La copla no morirá” (Merche Cuadrado), que ponen en valor el género y confiesan su decadencia en las décadas de los 80 y 90.

Dedico con mucho gusto esta entrada a “Salmantino” en muestra de mi agradecimiento por su gentileza y amabilidad.

Es el aire que respiro, es como un sueño escondido,
son revuelos de mi tierra que con la luna se encuentran,
dentro de mi corazón.
Es un río de sentimientos, un camino de recuerdos,
son tristezas y alegrías que en mi alma ha dibujado
el pincel de mi ilusión.

Es mi razón de vivir, una locura sin fin,
un equipaje que me hizo feliz.
Noches que no olvidaré, donde el cariño encontré
de todos los que me quieren y están en mi ser.

Muero por la copla, lo diré mil veces,
ella me dio todo y todo le di.
Muero por la copla, que lo sepa el mundo,
pase lo que pase, sigo estando aquí.
Y es ella quien me hace volar
como gaviota entre el cielo y el mar.

No puedo vivir sin ella, no he podido acostumbrarme,
la solté un día de mi mano y vi cómo las estrellas
me dejaron de alumbrar.

Es mi razón de vivir, una locura sin fin,
un equipaje que me hizo feliz.
Noches que no olvidaré, donde el cariño encontré
de todos los que me quieren y están en mi ser.
Muero por la copla, lo diré mil veces,
ella me dio todo y todo le di.
Muero por la copla, que lo sepa el mundo,
pase lo que pase, sigo estando aquí.
Y es ella la que me hace volar
como gaviota entre el cielo y el mar.

3 oct 2009

Maruja limón


Intérprete: Hakim
Título: Maruja limón
Autor: Quintero / León / Clavero
Disco: El volcán de tus deseos
Año: 2000

Nacido en Casablanca (Marruecos), Hakim es descendiente de la tribu de los "Berbere". Se inició en la música acompañando a su padre en las mezquitas, cantando temas religiosos. Las actuaciones en bodas o fiestas de personalidades de renombre no faltaron en su adolescencia. Se licenció en filología árabe en la universidad de Hasan II en Casablanca mientras rentabilizaba su voz cantando en orquestas.

En 1987 llegó a España. Debido a un premio de música andalusí fue contratado desde España para cantar en unas jornadas moriscas celebradas en Casarabonela (Málaga). A partir de ahí sus visitas a España, especialmente a Ceuta, se repetirían con frecuencia hasta tomar la fortuita decisión de quedarse a vivir en la ciudad de Málaga. Una vez dominado el castellano, Hakim empezó a interesarse por la copla, concretamente la de Antonio Molina, la cual gustaba de imitar. Descubrió las semejanzas entre la copla andaluza y la música árabe. Fue entonces cuando nació la identidad del artista como cantante de copla, ofreciendo un producto renovado en el que se trenzaba el castellano con el árabe, pronunciados arabescos vocales y sus particulares interpretaciones de los clásicos.

En 1998 llegaron los primeros éxitos con su primer disco: “Comosuena” (1998). A este le siguieron “El volcán de tus deseos” (2000), “Entre dos orillas” (2001), “Sin fronteras” (2003), “Alahabibi” (2004), “Viento de mar” (2006), “La séptima luna” (2007) y “El baúl de la copla” (2008). Ochos discos en los que se compaginan emblemáticas piezas como “Soy minero”, “Ojos verdes”, “La bien pagá”, “Sendas del viento” o “Los piconeros”, con temas nuevos retentivos de reminiscencias del género.

Traigo a escena una deliciosa y popular pieza del repertorio. Cuentan de esta rumba flamenca que fue compuesta para Juanita Reina en la década de los 60, y que tras rechazarla, la loreña Gracia Montes se hizo con su hegemonía, grabándola y editándola en 1968.

Los versos narran la historia de una granadina cegada por el mal de amores, a la que los hombres piden cantando que cierre el portón de su corazón para que no sean “fuente sus ojos”. Merece la pena echar un vistazo a la interpretación de Gracia Montes en una actuación en TVE a finales de los 60. A la personalísima y excepcional artista de Lora del Río (Sevilla) es más que probable que le dediquemos una próxima entrada en este escenario.

Video de Gracia Montes cantando “Maruja limón”

En la particular versión de Hakim, editada en el disco “El volcán de tus deseos” (2000), el artista marroquí entremezcla versos de León con frases en árabe y arreglos que remiten a la música oriental. Más que describir esta pieza os remito a su audición. Versiones de ella las han realizado Antoñita de Linares (1969), Los Marismeños (1971), Manolo Escobar (1973), Emilio el Moro (1974), Paquito Villar (1977), Hakim (2000), Folclóricas arrepentidas (2000) y Requiebros (2001).

Era una rosa morena con los labios de coral,
y un hombre al verla con pena
cantaba y cantaba por la madrugá.

¿Qué te pasa a ti en los clisos, Maruja Limón,
que se te han puesto pajizos, Maruja Limón?
Al saber de tu ceguera, comenta Graná:
“Amarilla y con ojeras, qué pena me da”.
Ya te he dicho muchas veces, Maruja Limón,
que ese hombre me parece palomo ladrón.
Como no pongas cerrojos en tu corazón,
ahora son fuentes tus ojos,
Maruja Limón, Maruja Limón,
Maruja Limón, Maruja Limón.

Tiene brillantes por cientos y esmeraldas un sinfín,
pero por mó de ese cuento
los hombres le cantan por el Albaicín:
¿A dónde fueron tus cantares, Maruja Limón,
y tu blusa de lunares, Maruja Limón?
Ahora gastas terciopelo en vez de percal
y no llevas en el pelo ramitos de azahar.
No me hiciste lindo caso, Maruja Limón,
y ahora vas pasito a paso a tu perdición.

Por no haber puesto cerrojos en tu corazón,
ahora son fuentes tus ojos,
Maruja Limón, Maruja Limón,
Maruja Limón, Maruja Limón.

No me hiciste lindo caso, Maruja Limón,
y ahora vas pasito a paso a tu perdición.

Por no haber puesto cerrojos en tu corazón,
ahora son fuentes tus ojos,
Maruja Limón, Maruja Limón,
Maruja Limón, Maruja Limón.


Web de Hakim